La idea.
“Yo quiero hacer algo con una banda”, decía Enrique Morente a Antonio Arias a mitad de los 80 en casa del tío de Tacho. Tacho era el batería de 091 y su tío justamente era el manager de Morente y 091.
A mitad de los 90 en Armilla (Granada) después de tomar una copa tras el concierto de Lagartija Nick le volvía a preguntar a Antonio: “Para dónde vais a tirar dentro de un rato?’.
«Pues vamos ensayar un poquillo, a tocar un poco», respondía el líder de Lagartija. “¿Me voy con vosotros?”, proponía el cantaor.
Ese día comenzó la gestación de uno de los 2 discos que revolucionó el flamenco en el siglo 20. El primero sería “La leyenda del tiempo” de Camarón. El siguiente, “Omega”.
Aquello que había parecido casual, era algo fruto de Antonio que llevaba persiguiendo a Morente desde el 94 para hacer algo juntos, como le había propuesto.
Como todo genio al final Enrique “robó” la idea a Antonio y fue él quien propuso hacer algo en uno de esos ensayos a los que acudía. “Por qué no hacemos algo juntos un día, alguna cosita?”.
Los primeros temas.
Realmente Morente era lento para sus cosas. Desde su encuentro con Leonard Cohen en el Hotel Palace de Madrid, hasta la puesta en escdena de Omega pasaron años. Enrique estaba dando forma a la idea en su cabeza.
Su primera aproximación había sido adueñarse de “Take this waltz” para su flamenco.
Tras su paso por New York en busca del poeta Lorca, donde coincidió con Sonic Youth, regresó a Granada. Allí sería donde definitivamente comenzaría la ejecución de su idea.
Jesús Arias, el hermano de Antonio era muy fan del disco “Sacromonte» de Enrique y quería hacer algo con el ‘Helter Skelter’ y el ‘Poema para los muertos’ de Lorca”.
Morente por su lado tenía claro que quería hacer una fusión fría. “No con ritmos calientes del sur (de África, Cuba, Brasil, o incluso con el jazz o con Asia)… Y hacerla con paredes de ruido.
Aunaron ideas y en uno de los primeros ensayos crearon la estructura de la canción “Omega”. Alrededor de este tema gira todo el álbum. Un canto a la muerte y a la desesperación que Morente dedica a su madre, con las palabras de Lorca.
En Diciembre del 95, en una presentación del nuevo disco de Lagartija Nick, “Su” Morente tocó por primera vez con la banda.
A partir de ahí recorrieron el material de Cohen para desarrollar durante más de un año y medio el disco que revolución el flamenco por segunda vez. 13 canciones que muestran la visión de Enrique Morente sobre “Poeta en Nueva York” de Federico García Lorca.
El disco
Durante la grabación, Enrique llamó a grandes amigos a colaborar en el disco: Vicente Amigo, Isidro Muñoz y Tomatito. El trabajo avanzaba lento. Cada vez que se incorporaba alguien era necesario transmitir el concepto, la idea…
A Enrique siempre le gustó hacer participe a su familia en sus proyectos. Sus hijas, Soleá (apenas 10 años) y Estrella realizaban los coros para “Manhattan” y “Omega”.
A su salida y como era de esperar, el disco no recibió buenas críticas por la crítica flamenca, riéndose con comentarios como “hasta donde va a llegar el flamenco si Enrique Morente graba un disco con un grupo que se llama Lagartija Nick”.
Las ventas fueron evolucionando poco a poco creciendo superando las 50.000 copias. Ninguna de las dos partes creía que fuera posible. Se sabían parte de algo genial y atípico pero no masivo.
El propio Leonard Cohen se deshizo en elogios al escuchar como Morente había sabido encontrar la conexión con él y Lorca.
Para mí Omega siempre fue especial. Desde su lanzamiento. El hecho de ser gestado en mi ciudad natal siempre facilitó su escucha en los bares de la ciudad como el Marsella donde usaban “Manhattan” como cierre. Y siempre recordaré cuando una noche de madrugada en el pub “Peatón” mi amigo Jose y yo íbamos a hablar con Antonio que estaba con Eric para decirles que nos había encantado el disco…
Entonces Antonio se puso a contarnos como surgió la magia de ese riff de Manhatan con Vicente Amigo en un rincón hasta arriba de todo repitiendo una y otra vez y Eric tocando pasos de Semana Santa… La magia es la magia.
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